He querido escribir desde hace un tiempo. Los días se han acumulado sin remedio en las cotidianidades del paso de ese mismo tiempo. Lo efímero es más efímero cuando nos detenemos a pensar un poco en el tiempo que ya no está. Así damos cuenta de la prisa. Nos volvemos casi amnésicos. Es una batalla perdida. Pero eso no quiere decir que no podamos pensar en ello y detenernos por un momento. Hay que hacer pausas. Hacer pausas es la manera en que nos rebelamos ante lo irremediable.
Los días: Volver a las flores...
Los días: Volver a las flores...
Los días: Volver a las flores...
He querido escribir desde hace un tiempo. Los días se han acumulado sin remedio en las cotidianidades del paso de ese mismo tiempo. Lo efímero es más efímero cuando nos detenemos a pensar un poco en el tiempo que ya no está. Así damos cuenta de la prisa. Nos volvemos casi amnésicos. Es una batalla perdida. Pero eso no quiere decir que no podamos pensar en ello y detenernos por un momento. Hay que hacer pausas. Hacer pausas es la manera en que nos rebelamos ante lo irremediable.